Los días 18, 19 y 20 de febrero, celebramos las Jornadas misioneras anuales de COVIDE-AMVE en la Casa “Santa Luisa” (Martínez Campos,18) con la finalidad de impulsar el espíritu misionero. Han sido unas jornadas de formación, reflexión y concienciación de nuestra labor dentro de la ONGD con un encuentro entre las Delegadas de la Provincias con la Directora nacional de COVIDE-AMVE para conocernos, sabiendo que tenemos que caminar juntas, en comunión, participación y misión; siendo las que impulsemos el espíritu misionero en cada provincia civil y en cada comunidad, y la cara visible de nuestra ONGD ante los organismos del Estado. 

La jornada del sábado 19 la comenzamos participando en Laudes-Eucaristía con la Comunidad de la casa. Pedimos fuerza para colaborar en la transformación de nuestro mundo aportando creatividad, esperanza y compromisos concretos. 

En este camino de oración y reflexión hemos tenido la suerte de ser guiadas y acompañadas por quienes, desde su experiencia y compromiso, entienden la misión como donación y entrega desde la formación, la evangelización y el seguimiento, despertando conciencias e invitando al compromiso firme y decidido.

Contamos con la cercanía, el cariño y el apoyo incondicional de Sor Concepción Monjas, Visitadora de la Provincia España-Centro, que nos dio la bienvenida y recalcó en su saludo que la Compañía de las Hijas de la Caridad es misionera por naturaleza. Debemos ensanchar la mirada y ampliar horizontes; por tanto, tenemos que tener en el corazón y en la mirada la Misión y a tantos misioneros que llevan el Evangelio y hacen que la vida de las personas adquiera dignidad. 

Nos invitó a ser “gota de agua fresca” que pueda aliviar la sed, que haga fértil nuestro entorno, que seamos más humanos, más misioneros, más florecientes en deseos y en oración. 

Dña Pilar Yuste, teóloga, profesora, fundadora y presidenta de Acercándonos y oikologistas, nos iluminó, en el objetivo 6º de la agenda ODS 2023 “Agua limpia y saneamiento”. Se centró en la importancia del agua en el planeta, en los seres, en el ecosistema, en las religiones. Destacó su protagonismo en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento. También en la actualidad el Papa Francisco, en la “Laudato Si”, nos ha insistido en el cuidado de la casa común, ya que 500 millones de personas se enfrentan a problemas de acceso a fuentes de agua potable durante todo el año. El número de afectados está creciendo, las condiciones atmosféricas son determinantes de una parte de este gran problema, pero en muchos casos, la falta de inversiones e infraestructuras agravan los problemas entre la población con menos recursos económicos. 

Los problemas del agua, entre otros, son: agua contaminada, mares con plásticos, sobreexplotación de acuíferos fósiles, escasez de agua para uso industrial, desviación de agua… 

Continuamos nuestro trabajo con el Padre Celestino, sacerdote de la C.M. y periodista, nos hizo profundizar en la “MIRADA de San Vicente de Paul”. Con el visionado de algunas escenas de la película “Monsieur Vincent” nos condujo a su libro “Místico de ojos abiertos”. De forma magistral nos presentó la figura de San Vicente e insistió en que tenemos que dejarnos mirar por las víctimas, por los pobres, para compadecernos de ellos y devolverles la dignidad. 

San Vicente lucha por la justicia. El descubrimiento de los pobres le hace tener un corazón vivo: corazón que tiene ojos, pues las cosas importantes solo se ven bien con el corazón; corazón de ojos soñadores, sueña con una Iglesia de los pobres y para los pobres; corazón que organiza y discierne; corazón que hace denuncia profética; corazón que educa, la raíz de la pobreza está en la ignorancia. 

Todo esto lo aprende San Vicente en la escuela de los pobres, ya que ellos nos enseñan y evangelizan. 

El testimonio de vida de Sor Carmen Alonso, misionera en el Congo, que con convencimiento e ilusión, compartió su experiencia y, sobre todo, resaltó la figura de la mujer africana, la gran protagonista, ejemplo de resiliencia. Gracias a las mujeres africanas, África se mueve. La mujer es el motor de la economía. Y utilizó una preciosa metáfora para ilustrar su entrega y resistencia: La palmera, que lo da todo y se utiliza para todo, siempre gozosa con su papel de entrega. 

En los videos que nos proyectó vimos la problemática del agua en África; hoy ya existen mujeres que por su educación son capaces de un cambio social. 

Para terminar la jornada del sábado, se visionaron unos documentales: 

– “La sed del mundo” que trabaja las distintas aristas problemáticas que se presentan en torno al agua, desde su contaminación, posterior consumo y consecuentes efectos en la salud, hasta su escasa o nula presencia en determinadas regiones del mundo. 

– “La sed del agua” El agua esencial para la vida, patrimonio común, tenemos la responsabilidad de no contaminar, no despilfarrar y no especular con ella. 

El Domingo 20 comenzamos la jornada dando gracias y celebrando la vocación misionera de la Iglesia. Como discípulos misioneros ofrecemos cada uno, nuestros propios talentos, la creatividad, la sabiduría y la experiencia para llevar el mensaje de la ternura y compasión de Dios a toda la familia humana. 

Sor Mª del Carmen Sánchez, Directora nacional de COVIDE-AMVE, con la sencillez y naturalidad que la caracterizan, y con la experiencia misionera de 30 años en Marruecos, nos informó sobre la ONGD de las Hijas de la Caridad y de los Padres Paúles: ¿Quiénes somos? ¿Quiénes forman COVIDE-AMVE? ¿Qué hacemos? ¿Por qué lo hacemos? ¿Cómo lo hacemos? Insistió en la necesidad de concienciar y concienciarnos de la responsabilidad que tenemos de nuestra ONGD, sabiendo que todas las actividades que organizamos provocan el gran milagro de la solidaridad. Terminó con el visionado del reportaje de “En tierra hostil”, una mina de coltán (componente fundamental en la fabricación de móviles), en la que los obreros ven pisoteada su dignidad e integridad en aras de un desarrollo tecnológico basado en un consumo abusivo de la telefonía móvil. 

Terminaron las jornadas, sabiendo que tenemos que caminar juntos para anunciar el Evangelio. A esto nos invita el sínodo que estamos viviendo en Comunión, Participación y Misión. 

De esta manera, soñando juntos, rezando juntos y participando juntos, contribuiremos a que en la Iglesia se haga realidad este sueño. 

Con mi agradecimiento a todos los asistentes y a todos los que han contribuido a que estas jornadas sean un nuevo impulso misionero en la provincia. GRACIAS. 

Sor Marina Gil Ruiz