Desde la ONGD “COVIDE-AMVE” lanzamos información sobre el huracán ETA que ha asolado muchísimas zonas en varios países de América Central.        

Dejamos testimonios reales de las personas que trabajan como Misioneras y Misioneros, Vicencianos, en esos lugares.

Escrito y fotos facilitadas por Sor Delia Cabrera H.C.

(Visitadora Prov. América Central)

Las Hijas de la Caridad servimos en los seis países, de los cuales los menos afectados en esta ocasión son El Salvador y Costa Rica, sin embargo, sufrieron algunos daños de consideración; Guatemala, Honduras, Nicaragua y David en Panamá tuvieron mayor sufrimiento y pérdidas, humanas y materiales, razón por la cual acudimos a la solidaridad de corazones para contribuir en lo posible en la restauración correspondiente.

Como emergencia para atender esta situación especial, se requiere fondos económicos para adquirir alimentos, medicamentos de primeros auxilios y otras necesidades.

EL PANORAMA ES DESOLADOR, PERO SEGUIMOS CONFIANDO EN DIOS QUE TENDREMOS UN MAÑANA MEJOR, CON LA SOLIDARIDAD DE TODOS Y TODAS, PARA RECONSTRUIR LO DAÑADO POR EL HURACÁN ETA, QUE SE SUMA A UN GRAVE AUMENTO DEL COVID-19, POR LAS CONDICIONES EN LOS ALBERGUES REDUCIDOS EN EXTENSIÓN.

La influencia de Eta, la 28ª tormenta de la temporada activa de huracanes de este año se ha hecho sentir en toda Centroamérica, una región con costas en el Atlántico y el Pacífico donde viven muchas familias pobres y extrema pobreza, asentados en zonas de alto riesgo.

En Guatemala, hay informes de muertes por deslizamientos de tierra e inundaciones. Unas 55.000 personas han sido afectadas directamente. Una serie de inundaciones en Alta Verapaz, Izabal y Petén han causado víctimas mortales y aislado comunidades enteras.  Intentan evacuar vía marítima, terrestre y aérea, muchos continúan en la espera del rescate, esto debido a deslaves, derrumbes y aludes en distintos lugares de las zonas más afectadas, se encuentra incomunicado el norte con la capital, igualmente departamentos sin energía eléctrica.

En Nicaragua Sus ráfagas y lluvias afectaron a varias comunidades de Puerto Cabezas, municipio ubicado sobre el Mar Caribe, así como también a los departamentos de Jinotega y Nueva Segovia, situados cerca del límite con Honduras, dejó refugiados en 48 albergues, persisten las lluvias en varias áreas, incluida la capital Managua.

En Honduras, los 18 departamentos están en alerta roja, han habilitado refugios tras la tormenta para quienes están en alto riesgo o han perdido su vivienda, hay casas destruidas y comunidades bajo el agua, carreteras y puentes arrasados por el agua.

El Salvador, Las lluvias generadas por la depresión tropical Eta en El Salvador obligaron a las autoridades locales a evacuar preventivamente a 1.193 personas. Los daños son más significativos en el servicio eléctrico, árboles caídos, deslizamientos de tierra, carreteras dañadas y calles afectadas.

En Costa Rica se han registrado inundaciones y las regiones se han puesto en alerta roja y naranja, para la costa del Pacífico en las provincias de Puntarenas (oeste) y Guanacaste (noroeste). Las lluvias han causado la crecida de ríos e inundaciones en algunas comunidades, Habilitaron 14 albergues en las localidades de Corredores, Parrita, Puntarenas y Paquera, situadas en la provincia de Puntarenas, así como en Nandayure, Hojancha, Cañas, Bagaces, Liberia y La Cruz, ubicadas en la provincia de Guanacaste.

En Panamá, Chiriquí, que es la mayormente afectada de 5 provincias y una comarca que han sufrido los embates de la naturaleza.

Los daños incluyen a carreteras y puentes en zonas de alta producción agrícola, y que representan una importante fuente de alimentos para el país.

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¡EPHATA! Franquear la puerta…

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Encontrarse…

Resuena fuerte en estos momentos de dolor y desolación por los destrozos ocasionados a causa del Huracán ETA, víctimas humanas, infraestructuras dañadas, agricultura perdida, familias y comunidades completas sepultadas, nos impulsa la esperanza de poner un granito de arena desde nuestras posibilidades y la solidaridad de todos y todas para contribuir a la reconstrucción de tanto desastre.

MUCHAS GRACIAS POR PENSAR SIEMPRE EN QUIEN MÁS LO NECESITA.

LES OFRECEMOS NUESTRAS ORACIONES…

UN FUERTE ABRAZO.

Sor Delia Cabrera, Hija de la Caridad

Visitadora en América Central

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Desde San Pedro de Sula nos escribe el Misionero Paúl P. Enrique Alagarda

Huracán Eta en Honduras: Inundación, destrucción y muerte

San Pedro Sula, 8 de noviembre de 2020

Desde que el pasado martes 3 de noviembre, el Huracán Eta tocase tierra en la costa del Caribe nicaragüense, inició para el vecino país Honduras, un drama de grandes proporciones. Este huracán, ya convertido en depresión tropical, y tormenta tropical después, recorrió casi todo el territorio hondureño, con un nivel de precipitaciones, durante días, que no veíamos en el país desde el pasado Huracán Mitch, hace ya 20 años.

Aunque los números sean fríos, pueden ayudarnos a percibir la dimensión de la catástrofe humanitaria que el desbordamiento de los ríos y las consiguientes inundaciones de áreas densamente pobladas, han provocado en el país:

• 35 muertos reconocidos por el momento, aunque se espera que el número aumente cuando bajen las aguas en las zonas inundadas.
• 1.700.000 damnificados.
• 11.000 personas desplazadas en 165 albergues de COPECO (Comité Permanente de Contingencias), sin contar los miles que han buscado refugio en casas de familiares y amigos u otras instituciones.
• 20 puentes destruidos, 24 dañados y 905 carreteras con daños de consideración.

Frente a esta inundación de las aguas y de la desgracia, se está produciendo también en el país una inundación de la solidaridad. Un claro ejemplo de ello es el trabajo que se está realizando en la Parroquia San Vicente de Paúl en San Pedro Sula, dirigida por los Padres Paúles (o Padres Vicentinos, como decimos en Honduras); desde el primer momento se ha organizado la recepción y distribución de donativos para los afectados; tratando de distribuir alimentos de primera necesidad, comida preparada, agua, medicinas, artículos de higiene, ropa… y todo aquello que pueda ayudar en estos momentos en los diferentes albergues, así como, apoyando a las parroquias que tenían mayor cantidad de población afectada. Aproximadamente, con la ayuda de un gran grupo de donantes y de voluntarios, se han estado distribuyendo 3.000 provisiones diarias desde el inicio de las inundaciones.

El trabajo está lejos de terminarse, en pocos días los damnificados comenzarán a volver a sus hogares, donde la mayoría lo han perdido todo; por ello, nuestra solidaridad no debe terminar, debemos seguir haciendo efectiva nuestra caridad mientras continúe el sufrimiento de esta población, tal como nos lo enseñó San Vicente.

Invitamos a todos aquellos que sientan como propio el dolor de sus hermanos, a que colaboren con nosotros en este momento de especial necesidad. Todo acto de amor, por pequeño que sea, transforma este mundo en que vivimos en un lugar mejor.

P. Enrique Alagarda, C.M.

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Antonio es un misionero seglar y se ha comunicado con el departamento de Misiones Cádiz-Ceuta, diciéndonos lo que sigue:

Huracán Eta: Antonio, misionero seglar vicenciano, de Medina Sidonia, lo ha vivido en primera persona.

El otro día pudimos contactar con Antonio y es muy duro lo que nos describió. Lo que nos describió viene recogido en el artículo que os dejamos a continuación.

Os invitamos a leerlo, y, asimismo, invitamos a colaborar con lo que buenamente podáis…y siempre, como bien sabéis, con la oración.

Desde que el pasado martes 3 de noviembre, el huracán Eta tocase tierra en la costa del Caribe nicaragüense, se inició para el vecino país de Honduras un drama de grandes proporciones. Este huracán, ya convertido en depresión tropical, y tormenta tropical después, recorrió casi todo el territorio hondureño, con un nivel de precipitaciones, durante días, que no veíamos en el país desde el pasado huracán Mitch, hace ya 20 años.

Aunque los números sean fríos, pueden ayudarnos a percibir la dimensión de la catástrofe humanitaria que el desbordamiento de los ríos y las consiguientes inundaciones de áreas densamente pobladas, han provocado en el país:
— 35 muertos reconocidos por el momento, aunque se espera que el número aumente cuando bajen las aguas en las zonas inundadas.
— 1.700.000 damnificados.
— 11.000 personas desplazadas en 165 albergues de COPECO (Comité Permanente de Contingencias), sin contar los miles que han buscado refugio en casas de familiares y amigos u otras instituciones.
— 20 puentes destruidos, 24 dañados y 905 carreteras con daños de consideración.
Frente a esta inundación de las aguas y de la desgracia, se está produciendo también, en el país, una inundación de solidaridad.

Un claro ejemplo de ello es el trabajo que se está realizando en la parroquia San Vicente de Paúl, en San Pedro Sula, dirigida por los Padres Paúles (o Padres Vicentinos, como decimos en Honduras). Desde el primer momento, se ha organizado la recepción y distribución de donativos para los afectados; tratando de distribuir alimentos de primera necesidad, comida preparada, agua, medicinas, artículos de higiene, ropa…, y todo aquello que pueda ayudar, en estos momentos, en los diferentes albergues, así como, apoyando a las parroquias que tenían mayor cantidad de población afectada. Aproximadamente, con la ayuda de un gran grupo de donantes y de voluntarios, se han estado distribuyendo 3.000 provisiones diarias desde el inicio de las inundaciones.

El trabajo está lejos de terminarse. En pocos días, los damnificados comenzarán a volver a sus hogares, donde la mayoría lo han perdido todo; por ello, nuestra solidaridad no debe terminar, debemos seguir haciendo efectiva nuestra caridad mientras continúe el sufrimiento de esta población, tal como nos lo enseñó San Vicente de Paúl.

Antonio, Misionero Seglar Vicenciano.

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Terminamos con la entrevista realizada al P. José Manuel Villar CM, Visitador de los Padres Paules de la Provincia de Madrid “San Vicente de Paúl”

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Desde la SOLIDARIDAD y/o COMPROMISO CRISTIANO que nace de un corazón sensible y y que no conoce fronteras para acudir en ayuda del hermano necesitado, nos lo recuerda el Papa Francisco en su última Encíclica “FRATELLI TUTTI”, llamamos a la oración y ayuda económica para las personas que deseen colaborar.

Para ello podéis hacerlo de la siguiente manera:

Gracias en nombre de nuestras hermanas y hermanos que sufren tal pobreza desgarradora.

Secretariado de COVIDE-AMVE en Madrid