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Un año más, y ya van 11, desde COVIDE-AMVE nos unimos a la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, una fecha en la que defendemos la importancia de que todas y todos podamos acceder a un empleo digno. Bajo el lema: “Trabajo decente: derecho, no privilegio”, este 2025 se quiere recordar que esto es un derecho irrevocable para todas las personas, independientemente de dónde hayan nacido.
¿Qué entendemos por trabajo decente?
El trabajo decente puede definirse como aquel empleo que ofrece un salario digno, seguridad durante el trabajo, igualdad de oportunidades y respeto los derechos laborales. En resumen, es un trabajo que permite a las personas poder desarrollarse digna y plenamente como personas en la sociedad. A pesar de vivir en el siglo XXI, todavía a día de hoy, hay personas que pueden disfrutar de un empleo con estas características.

Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pobreza laboral afectó a 240 millones de personas en el año 2024, lo que supone un 7% de la población mundial. Por otro lado, el trabajo informal es otra realidad preocupante: el 60% de los empleos mundiales se encuentran en el sector de la economía informal. Esto supone que 2.000 millones de personas no tienen un salario digno, seguridad laboral, igualdad de oportunidades y/o se respetan sus derechos.
La Iglesia y el trabajo decente, una lucha con más de 100 años de historia.
A lo largo de la historia, la Iglesia ha insistido en la necesidad de que el trabajo sea visto como un derecho que engrandece la dignidad humana, no como una mercancía más. El Papa León XIII fue uno de los primeros en defender los derechos de los trabajadores frente a la explotación del capitalismo del siglo XIX.
Cierto es que para establecer la medida del salario con justicia hay que considerar muchas razones; pero, generalmente, tengan presente los ricos y los patronos que oprimir para su lucro a los necesitados y a los desvalidos y buscar su ganancia en la pobreza ajena no lo permiten ni las leyes divinas ni las humanas. Y defraudar a alguien en el salario debido es un gran crimen, que llama a voces las iras vengadoras del cielo. «He aquí que el salario de los obreros… que fue defraudado por vosotras, clama; y el clamor de ellos ha llegado a los oídos del Dios de los ejércitos»
Leon XIII, Rerum Novarum, 1891
Este espíritu reivindicativo y en defensa de las trabajadoras y trabajadores sigue vivo en iniciativas como Iglesia por el Trabajo Decente, una red que une a diferentes partes de la Iglesia (Conferencia Episcopal, Diócesis y Organizaciones Sociales) que luchan por unas condiciones laborales dignas. Para este año, se ha publicado un manifiesto que puedes leer de forma completa en el siguiente enlace.
COVIDE-AMVE, en defensa de un trabajo digno para todas y todos en el sur global.
A través de nuestros proyectos de Cooperación Internacional, nuestra ONGD busca conseguir mejorar la vida de las personas con el objetivo de que nacer en uno u otro lugar no sea un impedimento para lograr una vida digna. Por ello, durante el pasado año, nuestro objetivo fue potenciar el ODS 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. Mozambique, Honduras o Guatemala son algunos de los lugares que son testigos de nuestro apoyo a la consecución de este objetivo.
Parramos
